Elaborado por Multimedios LZO
artículo en base a texto de Fernando Buitrago comentando noticia de Planeta RD
La reciente cancelación del respetado periodista José Bautista ha generado una ola de consternación en el Ayuntamiento de Santo Domingo Este. Este evento resalta un preocupante patrón de despidos enfocados en individuos con trayectorias intachables, honestos y comprometidos con su trabajo. En contraste, el nombramiento de Jaime Rincón como asesor de comunicaciones y prensa marca un giro alarmante en la dirección ética y profesional de la institución.
Jaime Rincón, conocido por su historial de ataques desmedidos y anti éticos contra la gestión del exalcalde Manuel Jiménez, ha sido designado para un rol crucial en la administración de Dío Astacio. Durante la gestión de Jiménez, Rincón se destacó por su embestida mediática, caracterizada por prácticas periodísticas cuestionables y una evidente falta de ética. Este comportamiento ha llevado a muchos a cuestionar la idoneidad de su nuevo rol en el Ayuntamiento.
El nombramiento de Rincón envía un mensaje claro y preocupante: la dirección de comunicaciones y lo que allí se realice bajo su supervisión es incompatible con los estándares de profesionalismo, ética y decencia que se esperan en el periodismo. Los profesionales que han dedicado sus carreras a la práctica ética del periodismo se encuentran ahora en una posición difícil, ya que deben trabajar en un ambiente donde la desinformación y las tácticas anti profesionales pueden prevalecer.
José Bautista, con su trayectoria de más de 20 años y su inquebrantable compromiso con el periodismo ético, representa todo lo contrario de lo que Rincón simboliza. La cancelación de Bautista, un periodista íntegro y cumplidor, que comparte generosamente sus conocimientos con los más jóvenes y que siempre ha trabajado con dedicación y honestidad, deja un vacío significativo en la dirección de comunicaciones del Ayuntamiento.
El contraste entre Bautista y Rincón no podría ser más claro. Mientras Bautista personifica los valores de integridad y profesionalismo, Rincón ha demostrado ser suficientemente perverso, anti ético y capaz de difundir lo peor del periodismo. Esta dicotomía pone en evidencia una grave incompatibilidad en la administración de Dío Astacio, donde los valores éticos parecen estar siendo sacrificados en favor de tácticas cuestionables y agendas personales.
En este contexto, la comunidad del Ayuntamiento y los ciudadanos de Santo Domingo Este tienen razones para estar preocupados. La dirección que ha tomado la administración de Astacio, con nombramientos como el de Rincón, sugiere un alejamiento de los principios de transparencia y responsabilidad que son esenciales para una gestión pública efectiva y confiable.
La cancelación de profesionales íntegros y el nombramiento de figuras controvertidas y anti éticas como Rincón no solo socavan la moral de los empleados, sino que también erosionan la confianza pública en el Ayuntamiento. Es crucial que estas decisiones sean reconsideradas para restaurar la integridad y la eficacia de la administración pública en Santo Domingo Este.
